En su libro “Fuera de serie” el escritor y sociólogo Malcon Gladwell afirma que para ser realmente un experto en algo es necesario invertir 10.000 horas en su estudio o práctica. Esto quiere decir que hay que dedicarle 10 horas semanales en 20 años, 20 horas semanales en 10 años o 40 horas por semana en 5 años. Lo interesante es que nos hacemos expertos en algo que constantemente cambia, seguro has escuchado la frase “Siempre lo he hecho así” claro porque te ha funcionado y por lo tanto te genera confianza y lo repites. ¿Qué pasaría si el contexto cambia?
Al arraigar las creencias que surgen de nuestras experiencias acumuladas solo nos permitimos usar el acopio de conocimiento lineal y no cuestionamos, al dejar de preguntar dejamos de aprender por lo tanto avanzar. Curiosamente el aprendizaje está relacionado con desaprender. Alvin Toffler un escritor que estudia los cambios de la sociedad nos dice – “Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender”-.
Esto lo traslado al mundo organizacional en específico al mundo de la atracción de talento, en el 2023 la técnica para el reclutamiento es el “Inbound Recruiting”, hace 3 años era solo subir un anuncio a las redes sociales y trabajo de campo, una vez que conocías el desempeño del colaborador entonces se hablaba de incremento salarial y de proyección dentro de la empresa. Ahora es requisito indispensable para cerrar una contratación hablar del plan de carrera y el tabulador de sueldos del puesto, ahora es “pagar por ver”. Si no hay adaptación no hay contratación.
Poner en jaque todo lo que sabemos también es una estrategia de desarrollo organizacional y es la forma más eficaz de deshacernos de todo aquello que no suma a la empresa. Nos incita a buscar nuevas formas y tejer una cultura de flexibilidad y así cambiar la forma en que hacemos las cosas.
Todo esto lo resumo en la famosa frase de Charles Darwin -«No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio».
Sonríe – Paty Vargas.