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Los candidatos no siempre son lo que parecen por más metodología y controles que les pongas a un proceso de reclutamiento para asegurarnos que la persona sea la indicada. Existen posibilidades latentes de que la ecuación no resulte como lo esperamos, ¿será que estamos hablando de personas y no de un producto?, vemos el empaque pero no el interior, ¿será que si no tenemos toda la información real del contexto de trabajo de la empresa a la que se irá a trabajar es más complicado que la metodología de selección funcione?.
El ser humano siempre va reaccionar conforme a las circunstancias del medio y algunas veces por instinto en los momentos críticos, pareciera que en ocasiones se vuelve impredecible su forma de actuar. Por otro lado, las empresas viven prácticas laborales que a simple vista no se ven y de las que pocos hablan pero forman parte de su cultura laboral.
A la hora de seleccionar al candidato ideal para la vacante debemos comprender lo más que se pueda su estructura mental, los valores y la filosofía que rigen su vida, su entorno personal de pasado a presente, ya que solo conociendo su pasado entenderemos el presente, lo mismo aplica para conocer a las empresas como marca empleadora.
Por otro lado, son necesarias las evaluaciones técnicas para saber el nivel de experiencia en el área. También tenemos que conocer el fit cultural de la empresa, que rige su cultura organizacional, las horas reales laborales, las reglas no escritas pero vividas, el perfil de las personas que tienen antigüedad dentro de la empresa, entre otros factores.
Lo que me queda claro es que reclutar es un arte y mientras hablemos de personas el control sobre proceso no es absoluto. El que una persona florezca en una empresa no es solo responsabilidad del área de reclutamiento o recursos humanos, sino de todos los que interfieran en el proceso de selección, adaptación, entrenamiento y ejecución del puesto.
Es lo que no se ve lo que casi siempre determina el éxito de una contratación, es tarea de quienes estamos a cargo de llevar los procesos de reclutamiento indagar más a fondo con gran curiosidad sobre los candidatos y la empresa, hacer preguntas correctas, recopilar toda la información posible para así tener un panorama más amplio, armar tu propio rompecabezas y tratar de empatar las dos culturas la del colaborador y la empresa, y a la par buscar que todo esto se alinee con las competencias necesarias para el puesto, ¡una gran tarea! que implica tiempo, vamos contra reloj.
¡Sonríe!
Paty Vargas