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Identificar a los mejores candidatos para un puesto no es una tarea sencilla, por lo que frecuentemente las preguntas que más me hacen directores y gerentes son: ¿Cómo identifico al talento adecuado?, ¿cómo se cuál de todos los candidatos es el mejor?.

Para contestar estas preguntas empezaría por entender ¿a qué nos referimos con el término «mejor»?, ¿»mejor» para qué o para quién?, en muchas ocasiones, lo que está de moda no es lo que se necesita, así como pasa en la vida cotidiana, pasa en lo laboral. Vamos a reuniones y escuchamos hablar de perfiles, capacidades y conocimientos de los colaboradores y salimos decididos de que necesitamos lo mismo solo porque la idea o los resultados que escuchamos nos gustaron, pero no analizamos si lo que tiene éxito en la otra empresa, tendrá éxito en la mía y sobre todo, si el éxito radica únicamente en la contratación de ese tipo de perfil o mejor dicho, si el éxito lo determina la cultura o liderazgo que se vive en aquella empresa.

Al analizarlo detenidamente, nos encontramos en la búsqueda con perfiles que son tan atractivos como las fresas, pero lo que en realidad necesito es hacer naranjada, por lo que lo ideal son las naranjas, por ello algunas contrataciones terminan no funcionando porque en el afán de obtener «lo mejor», contratamos lo que no necesitamos.

Para encontrar el talento indicado, es imprescindible llevar a cabo pruebas que nos permitan conocer el potencial del candidato y si encaja con la cultura y valores de la empresa, así como pruebas técnicas, las entrevistas profundas juega un papel primordial que te permitan conocer al candidato en su estructura mental, conductas y filosofía de vida. Una vez que tenemos candidatos viables llega el momento más importante, a quién debería invitar a formar parte de la empresa.

La respuesta está en las necesidades de la empresa, y si buscas contratar a alguien para el hoy o con habilidades que te ayuden a llegar a esos planes a largo plazo, probablemente son perfiles distintos, pero sin duda alguna los elementos que debe de tener todo el personal que conforma nuestro equipo de trabajo es capacidad de aprendizaje, ya que estamos en constante cambio y se requiere que las personas asuman nuevos conocimientos, adaptación, flexibilidad esa  capacidad de adecuarse a nuevas situaciones, adaptarse y alcanzar los objetivos, ya que una persona motivada siempre dará lo mejor de si. Con estos elementos en cada uno de tus colaboradores de seguro estarás del otro lado y cada vez más cerca de la meta organizacional.

¡Sonríe!
Paty Vargas