En la vida te das cuenta que cada persona que conozcas te la encuentras con un propósito, nada es casualidad si no causalidad. Algunas te ponen a prueba, otras te enseñan, otras confrontan tus ideas y creencias y te hacen cuestionarte, otras te toman de la mano y te guían o simplemente te aceptan y te aman. Pero sin duda alguna, de todas y cada una de ellas aprendes.
Lo mismo pasa en las empresas, conocerás personas que pondrán a prueba tu humildad y empatía, tu capacidad de desarrollar a otros y la habilidad de comunicar y escuchar, tú paciencia, tolerancia, te confrontarán con diversos matices y colores, mostrándote que existen varias formas de ver y de resolver, tal vez muy distintas a las que hasta hoy conoces. Recuerdo mucho lo que uno de mis jefes me decía – «la piña colada no solo se hace con jugo de piña también se ocupa leche de coco, leche clavel y un toque de ron, todos son ingredientes distintos pero en las cantidades correctas hacen una mezcla exquisita» – . Cuando encontremos la forma de alinear las convicciones, las pasiones, actitudes y pensamientos de nuestros colaboradores sin perder la esencia tendremos la mezcla perfecta. En las compañías es igual, en las diferencias de un equipo también están las fortalezas».
