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Después de algunos años como reclutadora llegué a la conclusión de que si quería un resultado diferente había que salirse de la caja y probar cosas distintas, esto implicaba dejar de lado entrevistas muy estructuradas y procesos que daban pie a la obtención de respuestas «cuidadas» donde sólo se recibe la información que el candidato considera que es pertinente sin necesariamente considerar el panorama completo, así fue que dejamos de reclutar sólo por hoja de vida (CV) y empezamos a reclutar por competencias.
Encontrar al candidato con el conocimiento profesional, valores similares a la empresa, habilidades funcionales y técnicas para desempeñar un determinado puesto es todo un arte, y qué arte!… Va mucho más allá de verificar que el CV del candidato sea real y que cuente con los estudios requeridos para desempeñar el puesto, hablamos de asumir un rol y muy específicamente el rol que la empresa busca, por lo cual es necesario profundizar en las creencias, pensamientos, carácter y habilidades de las personas, así como en sus motivadores de vida.
Si bien las personas somos impredecibles, casi siempre dejamos ver el empaque más no el interior.. Esto siempre generará un riesgo de contratación, es por eso que el modelo de reclutamiento con enfoque en las relaciones humanas y psicología social nos permite ir mas allá, nos abre la puerta para construir relaciones de confianza y una comunicación fluida, y así distinguir lo que es importante para los candidatos y las empresas.. Es ahí donde encontramos información que nos permite identificar el match de la persona entrevistada con el puesto y la cultura de la empresa que oferta la vacante.
En nuestros procesos nos apoyamos de una evaluación «One Page Report», que nos indica las 10 competencias básicas que el puesto debe de tener y el nivel en el que se encuentran en ese momento en el candidato, así como sus drivers, (lo que mueve a la persona a hacer o no hacer algo), y sus descarriladores, (sus áreas de oportunidad mas relevantes que surgen cuando el individuo esta bajo mucho estrés).
Complementamos nuestro proceso con una serie de «entrevistas relaxing», en donde la sintonía adecuada entre reclutador y el candidato es clave permitiendo entrevistas mas cercanas a una charla informal que un cuestionario y toma de apuntes: Son conversaciones que se repiten en diversos momentos durante el proceso con el objetivo conocer a profundidad, y que genera tal grado de confianza entre reclutador y el candidato que permite detectar competencias básicas, actitudes, filosofía de vida y necesidades para compararlas con las que requiere el perfil para desempeñar un rol con éxito.
Reclutar por competencias nos a permitido conocer mejor a los candidatos desde una perspectiva mas sistémica y así contratar personas realmente talentosas que en su curriculum no se refleja todo lo que podrían sumar a nuestra compañía, dando oportunidad a las nuevas generaciones de incorporarse apropiadamente a la vida laboral en puestos acordes a ellos, a lo que yo llamo contribuir a un bien social, mi propósito favorito del por que hacemos lo que hacemos.
¡Sonríe!
Paty Vargas.