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¿Te ha pasado que al final del día haces como un resumen en tu mente de tus pendientes?, por lo regular justo antes de dormir o casi siempre antes de desconectarte. Imagínate que lo haces siendo dueño de una empresa donde la rotación está en su máximo esplendor. Es como saber que tienes una máquina que necesitas operando al 100% y a la que le faltan piezas, así sería una empresa sin la plantilla completa, es como rodar por toda ciudad con la llanta del coche ponchada.

Les cuento que un jueves a las 10:30pm recibí una llamada de un director inundado con el tema de rotación, (cada que uno de mis clientes me llama digo, que privilegio poder ayudar).

«No tengo un área en que no exista una vacante, se disparó la rotación». Sus palabras textuales.

Me quedó claro que lo que necesitaba en ese momento, era que lo escucharan y para eso me pinto sola. Lo escuche por más de 50 minutos, al final acordamos contactarnos al día siguiente.

Con la mente más clara abordamos la temática y sacamos el índice de rotación que era del 6.3%, generamos ideas de cómo cubrir las actividades de los puestos vacantes, incluso al escucharlo sugerí no contratar dos posiciones en el área de administración sino reestructurar las funciones de los puestos del departamento. Recuerdo que le comenté que la rotación no es algo malo en sí, incluso puede ser sana, nos permite innovar y si sabemos utilizar la oportunidad la podemos capitalizar y generar entusiasmo profesional. Es la oportunidad de volver a empezar y escribir en un lienzo en blanco.

Las empresas que no tienen rotación envejecen, los cambios siempre serán buenos. A los 90 días tuvimos la oportunidad de platicar y era otro, todo estaba mejor.

Me compartió que hizo un rediseño a los puestos e incluso había áreas que desaparecieron del organigrama, se dio cuenta que tenía gente de más y que al contratar nuevos colaboradores se refrescó la empresa con nuevas ideas y formas.

Si, claro que extrañaba la lealtad o la confianza de alguno de sus excolaboradores, pero sabía que tenía mucho trabajo por hacer para desarrollarle ese sentido de pertenencia a los nuevos  integrantes, descubrió que toda empresa debe de tener mecanismos de control que autorregulen la rotación de los colaboradores y el inicio de eso, es incluir a la planeación anual temas enfocados al sentido de pertenecía, satisfacción laboral, política salarial, beneficios sociales, liderazgo, oferta y demanda de recursos humanos, situación económica  y oportunidades de empleo. Son factores internos y externos que generan rotación, y no debemos perderlos de vista.

No puedo terminar sin contarles porque el título de este blog es “un hombre me llama”.

Escuche una voz que decía «un hombre te está llamando» y me dio el celular el cual se estaba cargando, era mi hija que me avisaba que me estaban marcando, me dio mucha risa su tono y su expresión.

Si deseas conocer tu índice de rotación o rebotar ideas llámame

¡Sonríe!